Descripción
"Si desea hacer un viaje familiar que combine armónicamente el descanso, el disfrute de los sentidos y el conocimiento, una excelente opción es la ciudad de Oaxaca, donde podrá comenzar el día desayunando en los portales del Zócalo, para después caminar por su corredor turístico, curioseando entre sus tiendas y galerías de arte.También podrá realizar un tour por alguno de los sitios cercanos a la ciudad, como la zona arqueológica de Monte Albán y el mítico árbol del Tule o visitar los talleres de alfarería donde se producen las típicas piezas de barro negro.De regreso en la ciudad visite el mercado, donde encontrará una gran variedad de platillos típicos de la cocina oaxaqueña, o el tianguis de artesanías, en el que hallará todo tipo de mercancías, desde textiles hasta joyería. Por la noche, podrá asistir a cualquiera de los bares y centros nocturnos de la ciudad donde podrá disfrutar un rico mezcal acompañado de música y un buen ambiente.Si hay alguna época propicia para visitar la ciudad es sin duda verano. La Guelaguetza, fiesta en que comunidades de las siete regiones del estado vienen a ofrecer no lo mejor, sino lo más excelso de sus danzas y costumbres. La fiesta ocurre los dos últimos lunes de cada julio. La comida regional merece un apartado especial. Las tlayudas (una enorme tortilla servida con frijoles, tasajo o carne de res y queso, entre otras delicias), el mole (salsa que mezcla recetas prehispánicas y coloniales) o los controvertidos chapulines, aderezados con sal, ajo o chile, son algunos de los retos gastronómicos oaxaqueños que encontrarás. El complemento a la comida es una buena bebida espirituosa. El mezcal, primo del tequila, goza de gran aceptación dentro del país. En Oaxaca podrás visitar fábricas artesanales y conocer el proceso de destilación de la bebida, además de degustarlo y llevar a casa un poco del espíritu de esta tierra."
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